Inyectan espuma líquida a pacientes con EPOC para bloquear daños pulmonares *

Inyectan espuma líquida a pacientes con EPOC para bloquear daños pulmonares

Tras varios ensayos clínicos, el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona ha incorporado a su asistencia a los pacientes con EPOC un tratamiento pionero que consiste en inyectar espuma líquida por los bronquios para bloquear la parte dañada de los pulmones y que el resto funcione mejor.

El servicio de Neumología del Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti) ha informado hoy de que ha incorporado este novedoso tratamiento para personas que sufren enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) con destrucción del tejido pulmonar, es decir, con enfisema.

El tratamiento se basa en inyectar, mediante un catéter introducido por broncoscopia, una espuma que bloquea y aplasta la parte de los pulmones más dañada, lo que hace funcionar mejor la parte que aún es útil.

El primer paciente en beneficiarse de este tratamiento, un hombre exfumador de 46 años con enfisema en los dos pulmones, fue intervenido el pasado 19 de diciembre y evoluciona muy favorablemente, según ha informado el hospital, perteneciente al Institut Català de la Salut y uno de los de referencia en Cataluña.

Los neumólogos de Can Ruti prevén que a lo largo de este año se pueda aplicar a unas cinco personas más.

Es la primera vez que, en Cataluña, este tratamiento se incorpora a la práctica clínica y que se tratan dos pulmones en una sola sesión.

La EPOC es una enfermedad crónica que afecta aproximadamente a una de cada diez personas de entre 40 y 80 años y representa un 2 % del coste sanitario.

Se calcula que la atención a cada paciente con EPOC supone entre 1.600 y 2.000 euros de media al año, que incluyen hospitalizaciones por descompensaciones, la medicación y la tecnología usada para el tratamiento y el seguimiento.

Entre los afectados por EPOC, un 5 % de los casos son graves o muy graves, en una enfermedad que está muy ligada al tabaquismo y que suele incluir dos afecciones: la bronquitis crónica, es decir, la inflamación de los bronquios, y el enfisema (destrucción del tejido pulmonar).

El enfisema causa dificultades para respirar y, en casos graves, la necesidad de vivir con una bombona de oxígeno al lado.

Es en los casos de personas con enfisemas graves o muy graves, pero que conservan en buen estado una parte de cada pulmón, en los que está indicado el nuevo tratamiento.

Hasta ahora, para estos enfermos se planteaba hacerles un trasplante de pulmón, extraerles la parte de pulmón que no funciona mediante cirugía, o implantarles unas válvulas en los bronquios para mejorar la función pulmonar.

El nuevo tratamiento amplía el abanico y es una opción menos invasiva, ya que se hace mediante una broncoscopia y en un gabinete de endoscopias, han señalado los especialistas.

Además, la inyección de espuma, aunque necesita la tarea de los anestesiólogos, no requiere ni quirófano ni reanimación y el paciente sólo tiene que estar ingresado entre uno y dos días.

La espuma que se utiliza es un polímero líquido, una sustancia biológica que, al ser introducida en los bronquios más pequeños y en los alvéolos, los inflama hasta que se acaban cerrando.

Normalmente, la parte dañada son los lóbulos superiores de los pulmones. Al cerrarse y aplastarse, el tejido pulmonar inferior, aún sano, puede funcionar mejor, porque está menos comprimido por la parte del pulmón más enferma. Esto revierte en una mayor tolerancia al ejercicio, en menos necesidad de oxígeno y en un aumento de la capacidad pulmonar, según los neumólogos del hospital.