10/4/16

Cambios de temperatura y elevada humedad favorecen incremento de infecciones respiratorias [10-4-16]


Cambios de temperatura y elevada humedad favorecen incremento de infecciones respiratorias

Mayor presencia de microrganismos en el ambiente y disminución del sistema inmunológico son causas principales

Resfrío común, gripe, faringitis, otitis, rinitis y bronquitis son algunas infecciones respiratorias agudas (IRAS), además de sus complicaciones como la neumonía, frecuentes durante la temporada de otoño e invierno, debido a que las bajas temperaturas afectan el sistema de defensa del aparato respiratorio, sostuvieron expertos.


Vicente Girón Atoche, médico neumólogo del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, explicó que el frío hace más lento el funcionamiento de las vellosidades microscópicas del tracto respiratorio -denominadas cilios-, las cuales posibilitan la expulsión de microorganismos nocivos, partículas ambientales, polvo, entre otros.

“Al hacerse más lento el movimiento mecánico o ‘barrido’ de los cilios, el ingreso y permanencia de virus y bacterias en el organismo se hace más propicio, incrementando por lo tanto el riesgo de infecciones respiratorias. Mientras más profundo lleguen estos agentes patógenos, las complicaciones serán mayores”, remarcó.

De otro lado, Girón Atoche señaló que la humedad de la ciudad de Lima es otro factor que repercute sobre la incidencia de infecciones respiratorias, debido a que se genera una mayor presencia de gérmenes en el medio ambiente.

“Lima posee un microclima particular y presenta un índice de humedad mayor al 90 %. Las capas densas de nubes, propias de esta época, facilita una mayor concentración de los microorganismos, haciendo que las personas estén en contacto permanente con estas”, aseguró.

Prevención

En virtud de ello, el especialista indicó como medidas preventivas la ventilación constante de ambientes, evitar los cambios bruscos de temperaturas, empleo de ropa de acuerdo a la temporada (no debe incrementar la temperatura corporal, solo mantenerla), lavado de manos de manera regular con agua y jabón o alcohol gel, emplear un pañuelo o la flexura del codo al momento de toser o estornudar, vacunarse contra la influenza estacionaria y neumococo (bajo indicación del especialista), entre otros.

“El incremento del sistema inmunológico con el consumo de vitaminas, presentes en frutas y verduras, o a través de pastillas (indicadas por el médico) es también una buena alternativa para prevenir estas infecciones. Asimismo, la ingesta regular de líquidos, de preferencia calientes, fluidifica las secreciones, ayuda a expectorar e hidrata”, agregó.

Finalmente, Girón recomendó detectar a tiempo los signos y síntomas de una infección respiratoria tales como fiebre constante, aumento de las secreciones nasales, congestión, tos, dolor de garganta, malestar general, agitación, falta de aire; puesto que la pronta atención por parte del especialista evitará el riesgo de complicaciones mayores.

“Los grupos más propensos a una infección respiratoria son los menores de cinco años, al no tener un sistema inmunológico desarrollado; los adultos mayores, cuyo ritmo biológico se encuentra en declive; y personas con enfermedades concomitantes (asma, fibrosis pulmonar, enfisema, problemas cardiacos, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer, entre otros)”, concluyó.
 

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